lunes, 14 de marzo de 2011

¿Qué significa tener poder?

Uno de los temas permanentes en H. Arendt es el tema del judaísmo y se pregunta por qué los judios han sido en el XIX y en el XX excluidos. Hay un modo de ser judío muy típico que es el judío que vive en el guetto judío, un lugar donde viven aislados del mundo exterior y cumpliendo rituales que su propia religión les impone. El judío se aisla porque el seguimiento estricto de las normativas religiosas del judaísmo es tan severo que en la sociedad normal no se puede vivir, porque o cumples con las normativas religiosas o no, pero no se puede hacer todo a la vez, porque esas normas son severas. Pero hay una segunda manera de vivir en sociedad, que tampoco es muy positiva. Esta segunda manera se llama Parvenue. donde el judio se olvida de su condición judia, y se camufla con tal de ascender en el mundo de la economía y de los negocios, triunfar socialmente, renunciando a su condición judia. Los prototipos de Parvenue son grandes banqueros, empresarios... que han utilizado su capacidad de negociación y han dejado a un lado el judaísmo. Este segundo modelo ha producido profundo rechazo en la sociedad, porque se ve al típico judio que en realidad nunca se sabe si es judio o no. La gente también odia a este judío, ligado a la tierra y a los negocios. Los judíos se presentan de una manera, aislados del mundo, pero también otra parte produce envidia social. Esos dos focos han dado mala imagen. La tercera vía que dice es una vía dura y heróica, que es ser judío sin renunciar a la sociedad. En el mundo existen determinados judíos que, sin renunciar a su condición, han vivido en sociedad. Es un camino difícil, pero es la solución. Eso se consigue también con la capacidad de comunicar, de actuar. En la medida en que se actúe de manera más comunicativa, se tendrá más poder. Tiene más poder quien es capaz en la esfera pública de actuar, comunicar, etc. Tener poder significa poder enfrentarse a las cosas. 

Ahora, después de este resumen del día de hoy en la clase teórica, os dejo una noticia a la que veo relación con este tema. Se trata de una jueza que ha sido suspendida durante un año por haber precintado dos perfumerías de la localidad jiennense de Úbeda después de que la dependienta de una de las tiendas se negase a devolverle el dinero de una colonia que, según la jueza, no olía bien.



Y, después de ésto, planteo mi pregunta, ¿no pensaís que habría sido mejor que la jueza hubiera dialogado con la dependienta, en vez de haber precintado los locales? Según Arendt, el poder significa tener la capacidad de dialogar, ¿verdad?

Gracias por leerme un día más. Os dejo.

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